Un teatro cerrado es un espacio muerto.
CERRAR UN TEATRO.
Un teatro cerrado es un espacio muerto.
Aviso a las Instituciones Culturales de: Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, Ayuntamiento y Diputación de Ciudad Real. No podemos -no debemos- cerrar teatros a nuestro paso. Porque llegará el día en que serán juzgados, y condenados por ello.
Un teatro cerrado es un espacio muerto. Y lo peor, aquí, es que el muerto no ha muerto de muerte natural. Al muerto lo han asesinado. Con premeditación y alevosía. Le han clavado las tijeras por la espalda.
"LA CASA A OSCURAS"
Cerrar un teatro es mucho más que bajar la persiana y dejar en la calle a los creadores (autores, actores, directores y técnicos). Cerrar un teatro es dejar fuera también a los espectadores. Es privarles del hecho en común y del debate en vivo. Es dejarlos en la estacada. A un teatro cerrado, los americanos lo llaman dark house. Algo así como "la casa a oscuras". Apagar la luz. Lo que significa, también, apagar la llama. Y entregarse al frío.
Cuando un teatro cierra, varias cosas ocurren, incluyendo la pérdida de empleo para los trabajadores, la reducción de la oferta cultural y la disminución de la actividad económica en la zona. Además, el cierre, afecta a la comunidad, reduciendo las oportunidades de ocio y cultura para los ciudadanos.
Cuando cierra un teatro, se detienen las funciones teatrales y la actividad artística, lo que puede afectar negativamente a los artistas y el público. Se puede perder un espacio cultural importante, y las personas que solían asistir a espectáculos ya no tendrán esa opción.
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